Historia y educación

¿Educación e historia?




Por: Alexander Cardona Giraldo*

Cuando el hombre se da cuenta que no siempre ha existido y no siempre existirá, se descubre limitado por la temporalidad, como negativa hacia el pasado y hacia el futuro, es decir, todavía no ser en el mundo, genera tensión y dialéctica entre el todavía no y el no existir más.

El tema de la historia de la educación, hace referencia al problema de la vida humana, por eso, la pregunta que me planteo en este artículo tiene que ver directamente con esto ¿cuál es la especificidad de la educación?

Lo cierto es que me dije a mismo, he de evitar el antropocentrismo, no incurrir en el humanismo cristiano por el humanismo cristiano, o en el humanismo marxista, ni mucho menos liberacionista, no caer en cosmocentrismo, en el determinismo, e indeterminismo, no incurrir en el reduccionismo, ni totalitarismo, tendré en cuenta las ambivalencias, la doble polaridad de cara a los fenónemos y las personas, no caer en anacronismos, historicismo, contemporizaciones, biblicismo arcaico, psicologismo, sociologismo, biologicismo, y por supuesto procuraré no ser laxo o sicorigido.

Asimismo, pensé que es vital, entender las diversas variables que generan los fenònemos, tener una visión transversal frente a los mismos, la existencia y la historia de la humanidad, ser holístico y heurístico, pensar, cuestionar, interpelar, ser prospectivo, propositivo, y ponderado en el análisis, el escrito, el discurso y finalmente, saber concluir. Después de esta breve reflexión concluyó que resulta toda un hazaña elaborar un texto a cabalidad y con honestidad.

Empecé la consideración al tema de la historia de la educación partiendo de la proposición Kantiana de lo particular a lo general, y siendo consecuente con esta afirmación, adentrémonos en los aspectos más generales.

En la edad antigua, más específicamente hablando en Grecia, hay una registro claro de la manera de pensar en los poemas en la Iliada y la odisea, en los cuales, el hombre como problema filosófico, que ha de ser educado con una mente sana y un cuerpo sano.


Según Héctor Marambio Valenzuela el conocimiento en las sociedades primitivas, la metodología de la enseñanza se basó en la trasmisión oral y el rito.

Asimismo, el autor sostiene que el problema del hombre para la filosofía medieval se comprende a partir de desde el desarrollo del feudalismo entre los siglos IX al XIV producto del desmembramiento del imperio carolingio.

El profesor Marambio afirma que San Anselmo es uno de los representantes más sobresalientes de la época con su texto la prueba ontológica, que hace referencia a la existencia de Dios.

La creación de Dios, es decir, el hombre es la criatura perfecta creada por Dios. En San Agustín el hombre tiene alma y el alma unas funciones: memoria, entendimiento, y voluntad. No así en Santo Tomás, quien afirma que: el hombre es sustancia y tal sustancia tiene unas funciones intelectivas y apetitivas, que le permiten al hombre, conocer por los sentidos, pensar, vivir.

El texto afirma que Guillermo Occam y su obra pone fin a la escolástica, surgen anhelos de revolución y el primer cisma en la iglesia católica. Y con ello, La filosofía renacentista comprende al hombre como el centro del mundo y de la realidad, en el cual el hombre debe encontrar y tomar su lugar.

Nicolás Maquiavelo sostiene que el hombre debe ser un fino político en la conquista del poder, para ello ha de hacer del hombre un ser fuerte, genial, y audaz.

Según el profesor Marambio la edad moderna es un periodo histórico que se da entre 1453 con la caída de Constantinopla en manos de los turcos otomanos y finaliza con la revolución francesa en 1789.

El hombre en la filosofía moderna es dominador de la naturaleza, conocedor de las leyes que explican el universo, eminentemente racional, lógico, productivo, y científico, capaz de conocer el mundo y las leyes que lo rigen.

Para el humanismo renacentista, la filosofía de la naturaleza, el pensamiento científico, la filosofía política, el hombre es: un ser racional en Renato Descartes, un ser natural, en Jacobo Rousseau, un ser autónomo en Emmanuel Kant, un ser social y económico, en Carlos Marx, un ser para la vida y el Dominio, en Federico Nietzsche, o un ser condenado a la libertad en Jean Paul Sartre, un ser por y para la muerte en Martin Heidegger.

Posteriormente el autor hace referencia a los dos pensadores del modernismo, Espinosa Y Leibnitz, en cuanto al primero que desarrolla el método geométrico procediendo por acciones, definiciones y demostraciones., con relación al segundo sostiene que hay dos leyes que se corresponden, la naturaleza y el espíritu, y que las leyes del pensamiento son las cosas. y la razón tiene dos leyes, la primera, contradicción, que una cosa no puede ser y no ser al mismo tiempo y desde el mismo punto de vista, y la razón suficiente, que nada existe sin la razón suficiente para explicarlo.

En este mismo sentido el autor se refiere a ala ilustración, periodo comprendido entre los siglos XVII y XVIII y que uno de los elementos relevantes es el uso de la razón , el hombre racional, es decir el hombre que basa la vida en la razón, en contraposición, al presupuesto geocéntrico, o sea, Dios ya no es la Providencia divina que actúa en la historia, sino un ser supremo, que creó el mundo y una vez hecho, el funciona por sí mismo como un reloj, a este tipo de pensamiento se le denomina deísmo.

También se hace una mención al enciclopedismo o al diccionario razonado de ls ciencias , artes y oficios, liderado por Diderot. Y la teoría conductista que responde a postulados positivistas, es decir que los conocimientos son externos al individuo y se le agregan con diversas metodologías para alcanzar resultados.

Más adelante, el autor hace referencia la filosofía contemporánea, periodo comprendido entre la revolución francesa 1789 y el término de la segunda guerra mundial es decir, 1939 al 1945., el cual se transformó en una antropología filosófica que a su vez se fragmentó, en una antropología física, que trata de entender al hombre y a la educación como un ser biológico, una antropología cultural que trata de comprender al hombre de su ser cultural, y una antropología filosófica que trata de vislumbrar al hombre en su ser personal, y responder a la pregunta por el sentido de la existencia.

En Kant el hombre se comprende como un ser autónomo bajo una ley moral natural, que nace de la naturaleza racional del hombre, que le impulsa a cumplir la ley por respeto a ella misma, puesto que su antropología se fundamenta en: la libertad humana, la inmortalidad humana y un ser supremo que es Dios y que quiere conducir al hombre a la felicidad eterna como recompensa al cumplimiento de la ley.

Nietzsche, presenta al ser humano a través de la alegoría del hombre y las transformaciones en superhombre, es decir, el mortal evoluciona por fases: la persona camello, que representa la sumisión humana y la domesticación del hombre, producto de su paciencia, obediencia y humildad. La fase del hombre león, que se entiende desde la rebeldía del individuo que no esta y no quiere estar sujeto a otros, y su virtud principal es la libertad, por ello, no acepta las normas e imposiciones.

La tercera fase del hombre según Nietzsche, es el individuo niño, que significa la vida nueva y natural, pues se crean nuevos valores y normas, y para ello ataca la religión, el arte, y la sociedad, en la búsqueda de ser superhombre.

En este orden de ideas el autor también hace referencia a los siglos XIX y XX y las dos tendencias el positivismo, es decir, la experiencia y la observación con el propósito de conocer el fin mismo las cosas y el materialismo que es una explicación histórica fundada en una visión económica.

Finalmente el texto hace referencia a la época nuclear como un acontecimiento que gesta el siglo XX , en el cual el énfasis es la ciencia, la tecnología y la política, y la guerra fría.

Así como el concepto de sicología evolutiva o sicología del desarrollo, es decir, que el aprendizaje de una persona está determinado por el desarrollo sicológico de cada persona.

El autor alude a la posmodernidad como un concepto que tiene que ver con con la superación de lo moderno una nueva era .y que algunos exponentes son los filósofos del lenguaje.

En Heidegger, el hombre es tarea, inconcluso, inacabado, en obra negra, es decir, proyecto a realizar en la historia, arrojado, y es arrojado precisamente porque la existencia le fue impuesta.
Además el hombre es un ser con los otros, es decir, que es apertura

El hombre es un ser arrojado, pues su existencia es impuesta y ha de realizarse, ya que desde la libertad capta que no puede remontarse.

El hombre es un ser por y para la muerte, es decir, el hombre se ve limitado por la cuestión de la existencia, puesto que la muerte determina las posibilidades, y pone fin a las aspiraciones, tan pronto como el hombre es arrojado y viene a la vida, es suficientemente viejo para morir, por ello, la existencia tiene como realidad en si misma a la muerte.

En el pensamiento de Paul Ricoeur, la antropología filosófica es entendida desde una fenomenología hermenéutica del hombre capaz, es decir, una filosofía de la mediación entre el símbolo, el diálogo, y la confrontación, esta estructura tripartita, esta fundada en la capacidad de problematizar, la radicalización estructurada por la confrontación, la tensión, y la aporía.

Ricoeur, tiene una filiación filosófica reflexiva fenomenológica, y hermenéutica, en orden a su obra mayor y que es fraccionada en una fenomenología de la memoria, una epistemología de las ciencias históricas, y una hermenéutica de las ciencias históricas.

En el proyecto filosófico de Ricoeur, el hombre puede ser entendido como una metáfora del tiempo y la narración, es decir, una hermenéutica del sí, para lo cual es necesario la hermenéutica de la condición histórica, la hermenéutica crítica, y la hermenéutica ontológica, pues no hay reflexiones puras en hombre, es decir, siempre hay interpretación, es decir, lectura, endoencodificación,
interpretación, reinterpretación, y relectura del ser y el acontecer y esto podría ser el hombre. Por tanto, no hay reflexiones, ni hombres puros, hay interpretación.

El hombre para Gadamer es: comprensión e interpretación, porque toda interpretación es un comprender, es un dejar hablar, es pregunta, respuesta, palabra y concepto, pues, el giro ontológico consiste en que el ser ahí va al lenguaje, y por medio del lenguaje se alcanza al otro.


El Diálogo y la interlocución, dan sentido lingüístico, y el ser en el mundo puede ser comprendido en el lenguaje, verdad y método, es el círculo hermenéutico desde donde se comprender el ser. Hoy la filosofía entiende al hombre como un ser personal y pluridimensionado, es decir, con unos valores fundamentales como: La libertad y el compromiso con el otro, como una totalidad que requiere el desarrollo de todas las capacidades y valores de cara al conocimiento, desarrollo y progreso personal, social y nacional.
 
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*Investigador

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