Educación y Filosofía

¿Una filosofía de la educación hoy?

Por: Alexander Cardona*

Hablar de un filosofía de la educación hoy implica referirse la los fines de la educación en un contexto para algunos denominado posmoderno, es decir, a la relación entre pedagogía y filosofía, ó como una filosofía de la pedagogía, que no es sólo, razón subjetiva, ni mucho menos razón comunicativa, ni un pensamiento epistemológico sobre la filosofía pedagógica, ni una pedagogía del saber, es una o una diferencia o diferencias entre la epistemología de la pedagogía y la didáctica.

No se trata de hablar solamente el pensamiento epistemológico sobre la educación, de lo que se trata es reflejar la práctica pedagógica, repensar, reescribir y recrear la pedagogía, la didáctica, la práctica pedagógica, cuyo punto de referencia ha de ser la realidad.

Una filosofía de la educación que tiene como fin vital una práctica social compleja, requiere de una voluntad diferenciadora, un quehacer no sólo del maestro, sino también de los investigadores que trabajan desde y sobre la educación

 

La pedagogía vive a través de las prácticas, y esas prácticas pedagógicas son prácticas del saber, en las que se producen objetos del saber, desde la red simbólica, los discursos y la trama de los hilos del poder, es decir, la pedagogía comprendida como una lectura que se hace de la pedagogía desde otros ámbitos y dominios de saber, sean científicos o no, o sea, releer la pedagogía desde la historia, la filosofía, la sociedad y claro está desde la epistemología.

Si entendemos la educación como una práctica social compleja, se ha de comprenderse como una práctica formadora de nuevas generación, y trasformadora de la sociedad, que no es sólo una teoría general de sistemas y lenguajes, ni historicismo, ni psicologismo, ni mucho menos sociologismo, ni una educación restringida a procesos formativos institucionalizados, sino, como proceso desde el inicio hasta la finalización de la vida.

El objeto del proceso educativo es la enseñanza, no sólo sobre las ciencias de la educación, y la relación de ésta con las prácticas de los docentes en las universidades, ni una mera didáctica, sino como una ciencia del aprendizaje, que quiere llegar a ser una Pan Sophia, o saber de todos los saberes# que logra una autotransformación de la conciencia de saber.

Que no es sólo una interpretación fragmentaria de los discursos, o una educación bancaria, fundada en los meta relatos, sin ser en sí misma un mega relato, sino una verdadera manera de enseñar, que tiene como centro las formas de enseñar, es decir, el cómo enseñar, una ingeniería didáctica si así se lo quiere.

Desde ésta lógica el énfasis ha de estar no en el proceso educativo como objeto, sino, en la enseñanza como objeto articulador de la pedagogía, es decir recuperar la centralidad de la pedagogía hoy, por lo cual el educador ha de ser un intelectual de la pedagogía#, es decir, un docente cuyo quehacer es el saber reflexivo el pensar y hacer de la educación hoy. Esta es una verdadera distinción entre pedagogía. y didáctica, que si bien es cierto son complementarias también lo es que son operativas del saber.

¿Qué nos aporta este texto a nuestra práctica pedagógica?, varios elementos nos enriquece en cuanto a nuestra visión, nos cuestiona sobre nuestros imaginarios y manera de enseñar, nos permite evaluar, replantear nuestro ser y quehacer, mejorar y socializar, informar, así continuar y ampliar nuestra estructura discursiva y argumentativa.

Repensar sobre los fines de la educación y la enseñanza en el mundo de hoy globalizado, tecnológico, inmerso en las nuevas tendencias informáticas, las plataformas, la virtualidad, los dispositivos electrónicos, las pantallas planas, la conectividad wi, wi-fi, los portátiles, fibra óptica, implica nuevas maneras, nuevos discursos, nuevas maneras de enseñar la las personas de hoy con los recursos de hoy.

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*Investigadores